viernes, 16 de julio de 2010

¡Vendí!

Llamas a un montón de puertas, hoy también he perdido la cuenta. Sólo unos pocos están en sus casas porque por la mañana están de compras, en la piscina... los que te atienden te escuchan y más de la mitad te dan un No tajante por respuesta. Te repones y llamas a otro timbre con la esperanza de que, al menos, te escuchen. Uno de cada 10 te permite hacerles un presupuesto y de esos uno te permite cerrar la operación.

Hoy por la mañana, muchas visitas y un sólo presupuesto pero cerrado y para ejecutar. Un éxito.

Gracias a Dios.

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