Cuando mis hijos me preguntan yo les digo que las películas y las series de televisión no dejan de ser cuentos, en la mayoría de las ocasiones para adultos, pero cuentos. Y es que a todos nos gusta que nos cuenten un buen cuento y sobre todo bien contado.
Cuando hice la formación de cuenta-cuentos una de las cosas que nos puso encima de la mesa la profesora fue eso, el porqué de que a todos ( o a casi todos) nos gustan. Ella sostenía que contar el cuento de "La Caperucita Roja" a los niños tenía varios objetivos: el apoyo y el amor a tus mayores, aprender que hay que obedecer a la familia o tendrás problemas, saber que no todo el que te propone ayudar lo hace con ese objetivo, que la autoridad siempre está dispuesta a ayudarte.... en fin, un compendio de normas de la antigua "urbanidad" que a mi edad se me antojan de sentido común y aburridíiiiiisimas. Entonces, ¿porqué gustaba segun ella? pues porque independientemente de todas las moralinas que queramos encontrarle a ese cuento hay una cosa fundamental y muy interesante: los niños se pueden enfrentar a un lobo sin peligro alguno. Si, es verdad y además cuanto más controlan el cuento más les gusta oírlo puesto que saben a ciencia cierta que "el cazador siempre salva a Caperucita" y que el lobo pierde irremediablemente.
Recuerdo haberles contado más de una vez ese cuento adaptado a su realidad: ellos eran la caperucita, el bosque la ciudad, el cazador se convertía en una unidad de élite de los "Mossos d'Esquadra" (con helicóptero incluido), el trayecto a recorrer era el camino recto a casa de su propia abuela y el propuesto por el lobo (ese sí que estaba con todos sus pelos, orejas y dientes) era un camino largo que repasaba todos los lugares de interés de la ciudad conocidos por ellos. El éxito del cuento era extraordinario ya que además de ganar al lobo, los personajes eran ellos mismos. Una y otra vez se dejaban engañar por el lobo y éste al final siempre perdía. ¡Guay!
De mayores ya no nos cuentan cuentos... al menos en el regazo del abuelo de turno, pero nos tragamos películas y películas y es que mi profesora seguro que tenía razón. Películas y cuentos son como trabajos de un laboratorio particular y de cada uno. En una probeta se meten personajes, situaciones y tiempo, el director agita esos ingredientes y nosotros, bien sentados en una buena butaca, observamos la probeta, cómo va cambiando, las reacciones que se producen y finalmente el "The End" nos permite haber añadido algo, no sabemos qué, a nuestro bagaje existencial y de experiencias.
A las canciones les ocurre otro tanto. El asunto está más condensado y van más al grano, pero es exactamente igual. Llevo un par de días poniendo canciones, "Le Métèque" cantada por Georges Moustaki, "Cambalache" interpretada por Susana Rinaldi.... cuentos que me han acompañado y me siguen acompañando. Pero, de momento, falta una canción que siempre fue fundamental para mi: "Le déserteur" de Boris Vian. Otro cuento bien contado y capaz de hacer sentir algo dentro.
Monsieur le Président
Je vous fais une lettre
Que vous lirez peut-être
Si vous avez le temps.
Je viens de recevoir
Mes papiers militaires
Pour partir à la guerre
Avant mercredi soir.
Monsieur le Président
Je ne veux pas la faire
Je ne suis pas sur terre
Pour tuer des pauvres gens.
C'est pas pour vous fâcher
Il faut que je vous dise
Ma décision est prise
Je m'en vais déserter
Depuis que je suis né
J'ai vu mourir mon père
J'ai vu partir mes frères
Et pleurer mes enfants.
Ma mère a tant souffert
Elle est dedans sa tombe
Et se moque des bombes
Et se moque des vers
Quand j'étais prisonnier
On m'a volé ma femme
On m'a volé mon âme
Et tout mon cher passé
Demain de bon matin
Je fermerai ma porte
Au nez des années mortes
J'irai sur les chemins
Je mendierai ma vie
Sur les routes de France
De Bretagne en Provence
Et je dirai aux gens:
Refusez d'obéir
Refusez de la faire
N'allez pas à la guerre
Refusez de partir
S'il faut donner son sang
Allez donner le vôtre
Vous êtes bon apôtre
Monsieur le Président
Si vous me poursuivez
Prévenez vos gendarmes
Que je n'aurai pas d'armes
Et qu'ils pourront tirer
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Señor Presidente
Voy a escribirle una carta
Que quizá usted lea...
Si dispone de tiempo.
Voy a escribirle una carta
Que quizá usted lea...
Si dispone de tiempo.
Acabo de recibir
Mis papeles militares
Para irme a la guerra
Antes del miércoles por la tarde.
Señor Presidente
Me gustaría no tener que hacerlo
Pues no estoy en la tierra
Para matar a pobres gentes.
No es por molestarle
Pero he de comunicarle
La decisión que he tomado:
Voy a desertar.
Después de haber nacido
He visto morir a mi padre
He visto partir a mis hermanos
Y llorar a mis hijos.
Mi madre sufrió tanto
Que ya está en su tumba
Y se burla de las bombas
Y hasta de los gusanos.
Cuando estaba prisionero
Me quitaron a mi mujer
Me quitaron mi alma
Y lo más querido de mi ayer.
Mañana muy temprano
Voy a dar con la puerta
En la nariz a los años muertos
Y me iré por los caminos.
Mendigaré para vivir
Por los senderos de Francia
Desde Bretaña hasta Provenza
Y les diré a las gentes:
No obedezcáis,
No la hagáis,
No vayáis a la guerra.
Negaros a partir.
Si hay que dar la sangre...
¡Id vosotros a dar la vuestra!
Usted es buen donante
Señor Presidente.
Si me hace perseguir
Prevenga a los soldados
Que yo no iré armado
Y podrán tirar sobre mí.
Decidme si es o no es un buen cuento... como curiosidad os diré que las dos últimas estrofas fueron cambiadas, antes de ver la luz, para convertirla en una canción antimilitarísta total. En una primera versión se le advertía a los Gendarmes que iba armado y que sabía disparar:
Si vous me poursuivez
prévenez vos gendarmes
que je serai en armes
et que je sais tirer.
Aquí podreis encontrar el texto en casi cuarenta y cinco idiomas
Y me hago una pregunta desde aquí.... ¿cuales son los cantautores de la juventud de hoy? ¿Hanna Montana? Me gustaría que un día, alguno de mis hijos me mostrara alguno de sus "cuentos musicales" para animarme y dejar de pensar que ya no hay canciones con mensaje como antes.
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