Ayer estuve con un amigo y entre otras cosas me comentó que su empresa le pagó la nómina el día quince...
Acostumbrado a hacerlo siempre antes del diez, tuvo serios problemas económicos durante cinco largos días. Mal asunto. Si.
Dicen que si la crisis esto y lo otro, que si hemos tocado fondo, ¡yo que se! lo que si veo es que en estos momentos hay gente afectada que no lo estaba hace unos meses y que, entre comillas, miraba nuestros problemas desde la barrera, como en los toros: ahí está un toro que al único que pillará será al torero. Pues no. Creo que estamos todos ya en el mismo "lodo".
Si le han pagado el quince... ¿el próximo mes lo harán el veinte?¿Le pagarán al menos? esa es su preocupación, y de mientras ¡a trabajar para ellos! y dando gracias por tener un trabajo estable, claro.
¡Que sinsentido!
Realmente éste sería el momento de una revolución. Como la del Mayo del sesenta y ocho. Si, estoy seguro. Han de cambiar las cosas pero, los únicos que nos acordamos que las cosas se pueden hacer así, con movimientos populares contundentes y pacíficos, somos cuatro, el que menos tiene mi edad y salvo excepciones ya no estamos para correr delante de la policía y sus elementos disuasorios anti-disturbios.
Recuerdo con simpatía cómo sacaban una tanqueta de agua a la calle y nos pintaban a todos de un bonito color azul para identificarnos fácilmente... ¡que tiempos!...
¿Lo seguirán haciendo?....
Cómo se metían en el metro con los caballos por andenes y escaleras.... cómo las pelotas de goma nos pasaban zumbando.... ¡La de morreos que me dí en portales escondidos para poderles decir: - Yo no se nada estamos aquí dándonos el lote!
Me han cacheado, me han apuntado temblorosos con dos metralletas mientras tenía que vaciar mi bolsa de deporte (¡que peste! y ¡que miedo!)
No. Ya no tengo el cuerpo para estas cosas pero la mente me dice que por mis hijos debería hacerlo. No olvido que antes luchábamos por cualquier cosa: Por la educación, por el trabajo, para que pusieran un semáforo que evitara accidentes... ¡también!, ¿y ahora? ¡Ahora nada! Hasta la huelga general del otro día fue una farsa.
Hemos perdido la idea de que todo en esta vida requiere un esfuerzo. Los niños los primeros, pero nosotros mismos después. Tampoco nos implicamos en las cosas............................
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