Escribo, escribo y escribo, pero hay momentos, días enteros, en que no lo hago. Entonces veo que mi lista de artículos pendientes de publicar se hace cada día que pasa más y más corta. Poco a poco. Uno a uno, pero lenta e inexorablemente ocurre.
Luego me entra la prisa, sobre todo cuanto más se me va aproximando el fin de semana. Si, sábado y domingo no me puedo planificar ni un rato para escribir. Bueno, quizás un rato o más de uno si que los tendría, pero necesito cierto periodo de reflexión para que salga algo.
El Wine Blogging Wednesday 70 me ha enredado un poco más de lo previsto. Escribí mi artículo sin problemas unos días antes, como siempre, pero tanto el día D, como el día siguiente generaron un tráfico nada habitual de mensajes y comunicaciones que no permitieron esos ratitos "conmigo" que necesitaba para escribir.
La participación en un evento mundial como éste me ha obligado a desempolvar mi inglés y eso además me enlentece más aún. Leer, traducir, entender, contestar en castellano, traducir al ingles.... ¡mucha tarea para mi única neurona! De todas formas ha sido muy interesante y productivo. En mi lista de "amiguetes" tengo unos cuantos más y eso vale mucho para mí.
Una chica de Chicago que vive en Barcelona y su pareja, Una señora de Finger Lakes en Nueva York, un chaval muy majete de Irlanda, Magnus de Estocolmo.... sirvan de ejemplo. Si, unos cuantos "chalados" por el vino español. ¡Que cosas!
La primera, la chica americana que vive en Barcelona, en Terrassa exactamente creo, era una de las responsables delegadas de la jornada e intercambiamos mensajes de agradecimiento y coordinación. Algunos los podeis ver al pie de la cata.
Al sueco simplemente le gustó mi artículo, sin más. Supongo que conocería el vino propuesto por mi, porque por otra cosa.... ¡no se!
La señora de Nueva York, tuvo a bien de buscar, encontrar y degustar un vino de San Martín también. Uno de Bernabeleva. Ella dice que salió a comprar un vino para la ocasión y que, además, fuera también nuevo para ella. Se lo ofrecieron en la tienda de vinos de su pueblo, que es también tierra de vinos. La verdad es que "flipo" con los americanos. No he ido nunca y creo que tendré que buscar un hueco para ver si cosas como estas son verdad: que cualquier tienda especializada tiene de todo. Ha de ser digno de verse y más en temas de vinos.
Dejo para el último a mi amigo Irlandés porque entre el y yo hubo cierta anécdota: comentamos ambos el mismo vino y además del mismo año.
¡Que casualidad!
El me escibió diciendome:
- Agh! That's my #WBW70 wine too ;)
Jajajajaj
Él no sé, pero lo que es yo disponía de más de cien botellas diferentes para comentar y tuve que escojer la misma que el pobre muchacho. Y es que, claro, en cosas como estas todos buscamos ser originales y únicos. ¡que le vamos a hacer! Creo que además pagó dieciocho euros por un vino que aquí vale unos doce... y luego nos quejamos.
Enfín, una aventura más en éste blog cotidiano.
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