domingo, 20 de febrero de 2011

La ventana de Dios y mi escalera mecánica

La verdad es que Dios cierra un puerta y te abre una ventana. Si. A mi me ha pasado en muuuuuuuuchas ocasiones.

Ahora resulta que tengo encima de la mesa otra proyecto para iniciar. ¡Es lo mío!. Compatible con lo que estoy haciendo y quizás con alguna posibilidad de futuro. Bueno, ¡todo lo que hago tiene posibilidades de futuro! si no no me meto, pero éste  las tiene, creo, a más corto plazo.

El otro día ya comenté cómo me invadía ese cabreo por las perspectivas de lo que estoy haciendo en la actualidad. ¡Pues toma!, por hacerlo bien alguien me ha tomado en consideración.

Hemos hablado, he expuesto mis ideas y mis tarifas y él lo elevará a los responsables nacionales de su empresa. Primer paso. Teniéndo en cuenta que él es el director delegado de área, el que manda aquí, vamos, es un paso pequeño pero muy interesante.

Ahora tengo mi neurona a todo trapo en mi particular visión del cuento de la lechera. ¡Guay!

Igual que tengo dos pantallas en mi ordenador, ahora tengo dos proyectos en la cabeza. Ahora me viene una idea de uno... ahora me viene una idea del otro.... y es que en plena crisis te tienes que espabilar para tener cosas en la recamara. Lo importante ahora es tener, mas que un trabajo, perpectivas de futuro. Eso es lo que me hace avanzar.

Hoy un amigo mío ha publicado una frase en su feisbuk que me ha hecho mucha gracia por la verdad que plasma. La frase ésta:
" La Utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para que sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar." Eduardo Galeano.
En mi vida puedo cambiar horizonte por estabilidad y utopía por futuro, así que para mi la frase es:
"En el futuro está mi estabilidad, cuando yo avanzo dos pasos hacia esa estabilidad ella se aleja también dos pasos y el futuro se aleja otros diez pasos más."
Así que no tengo más remedio que, no caminar, sinó correr hacia adelante.

Yo tenía un jefe que hacia una comparación de las cosas que requieren esfuerzo como  intentar subir una escalera mecánica que baja. El ejemplo es muy gráfico y me acompaña desde hace muchos años. Si te quedas quieto la escalera te baja, para mantenerte has de caminar a su ritmo, pero claro, en contradirección y si lo que quieres es subir ¡has de correr mas que ella! Es la única solución.

Pues el otro día deje de andar y la escalera me hundía. Hoy ya estoy corriendo y creo que he recuperado un poco lo perdido. 

Mañana...... ¡ya veremos!

¡A ver quien es el loco que se mete en contradirección!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Desde aquí puedes participar tambien tú.