lunes, 31 de enero de 2011

El avión de ICONA

Es fácil pensar que la primavera se aproxima cuando florecen los almendros. Es el clásico síntoma primaveral que todos aprendemos en el colegio y es verdad. Viviendo en un pueblo se descubre que existen algunos síntomas naturales más pero voy a explicar uno que me hace mucha mas gracia exponer: los aviones contra incendios.

Jajajaja, si.

Mi pueblo está en Madrid y en su término municipal tenemos el único pantano navegable de la Comunidad, el de San Juan, en plena Sierra Oeste, con pinares que se extienden hasta donde alcanza la vista. Otro pantano está muy cerquita, el del Burguillo. Y todo esto ¿a qué viene? pues que tenemos muy cerca de casa dos de las fuentes de abastecimiento más grandes de los aviones contra incendios. Es más, la pista de amerizaje de éstos aviones está perfectamente delimitada.

A éstas altura os estaréis imaginando ya algo, pero os lo voy a explicar del todo.

El "Cuarenta y tres Grupo de Fuerzas Aéreas", con catorce aviones Canadair CL-doscientos quince T y tres Bombardier CL-cuatrocientos quince mantiene un servicio de alarma con tripulaciones y aviones para actuar en caso de incendio forestal, durante los 365 días del año. Entre el uno de octubre y el quince de junio se mantienen dos aviones con sus tripulaciones en situación de despegue inmediato en la Base Aérea de Torrejón. Y tienen que practicar.

Bueno, pues cuando llegan éstas fechas ya empiezan a pasearse, bajito, por el pueblo, haciendo aproximaciones al agua y volviéndose a elevar una y otra vez durante un buen rato. El caso es tener los equipos y las personas preparados al cien por cien, supongo.

Es la primera fase "primaveral". A partir del primero de mayo ya aparece por aquí el helicóptero de los bomberos que tiene su base establecida durante el verano en el helipuerto de nuestro parque. Otro síntoma de una primavera ya establecida y que nos aproximamos al verano.

El quince de junio empieza la "Campaña de Verano". Los aviones que nos han estado visitando en plan de entrenamiento se despliegan en cinco destacamentos (Santiago de Compostela, Zaragoza, Albacete, Málaga y Palma de Mallorca), además de mantenerse el servicio de alarma en la Base Aérea de Torrejón. Cuando en ésta época les ves pasar ya no es por entrenamiento, normalmente hay un incendio en las proximidades y vienen a por agua una y otra vez, de sol a sol. Alguna vez los he visto bajar al pantano para llenar su enorme panza y toda la maniobra es tremendamente espectacular.

Cuando entra el otoño ya sólo les ves pasar esporádicamente y cuando en octubre el helicóptero de los bomberos se va para no volver, ya vemos cómo se aproximan los fríos del invierno.

Y vuelta a empezar.

Las civilizaciones primitivas observaban con atención los fenómenos en el cielo para controlar calendarios y estaciones. Yo, con una actitud igualmente primitiva, miro el cielo del invierno esperando ver los primeros aviones del antiguo ICONA que, cual flores de almendro, me anuncian la inminente proximidad de la primavera.



De veras que es impresionante.

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