Internet

Ya he comentado lo esta nueva actividad y también he comentado que está ubicada en un castillo restaurado del siglo catorce.

La restauración del edificio está acabada y mi local está funcionando, en precario, pero lo está haciendo, con su inauguración prevista para primeros de noviembre. Éste tiempo inicial nos permite evaluar y azuzar a los proveedores para que no se duerman en los laureles. Con el plazo largo que nos hemos dado para la inauguración puede ocurrir. Que se duerman, digo.

Me falta producto, material de mercadotecnia (merchandissing como se dice habitualmente), algunos elementos para operaciones comunes y me faltan todas las comunicaciones y sus herramientas.

Si. Pagina Web en desarrollo, vídeos promocionales en producción, etc. Los primeros reportajes periodísticos están en máquinas y creo que verán la luz a primeros de octubre... Pero falta algo fundamental: teléfono e Internet.

No disponer aún de ello detiene parte de todo el proceso ya que no se puede imprimir aún ninguno de los elementos de imagen corporativa: cartas, sobres, tarjetas... ni los elementos promocionales.

Estoy detenido a espera que aparezcan por aquí un par de técnicos para un trabajo de minutos y como las cosas medio oficiales van leeeeentas, pues eso, ¡ajo y agua! (ajo...derse y agua...ntarse para quien no lo entienda).

Finalmente el que debería estar más preocupado es mi jefe pero, como no lo está, yo tampoco. Así que yo, al tran-tran.

De todos modos las largas horas de muy poco trabajo, como comenté en mi artículo Silencio, hacen que el que lo sufra sea yo. Aburrido y sin Internet. Mi ordenador personal rebosa de música y montones de útiles programas me hacen más llevadero el asunto. Pero pasan las horas.... y más horas. La música ya me la sé toda y mis útiles programas se tornan aburridos... y es que cuando se tiene el mundo al alcance de tus teclas habitualmente, cuando no puedes acceder a él es como si te faltara algo. Ahora mismo podría echar un vistazo a la prensa del día, leería alguno de los Blogs que sigo...

Y no.

Aquí estoy, con mi fantástico bloc de notas, escribiendo artículos como este, con mi OpenOffice preparando hojas de cálculo y presentaciones, con mi FotosNarradas preparando vídeos diversos, material que luego proceso en casita una vez finalizada la jornada laboral, en lo que yo llamo extensión de la jornada, con las protestas de mi pareja, claro.

Señores... ¡vengan por favor a enchufarme a la red!