Uno espera al domingo con el afán de vivir sus horas en plena libertad, ¡Guay! También lo esperamos para dedicarnos, en esa libertad expresada, a nuestras aficiones o pasiones. Así que domingo y plan musical a la vista: hoy la Banda amenizaba las fiestas patronales de este pueblo vecino. El plan es bueno: fiesta y música de la mañana a la tarde.
Lo primero fue la diana mañanera, recorriendo las calles con el ánimo de despertarlos a todos, objetivo que se cumplió con toda seguridad. Luego, desde el Ayuntamiento, acompañamos a mises y autoridades a la iglesia, lugar de inicio y llegada de la posterior procesión, a la que pusimos la música con la solemnidad habitual, con el Cristo del Amor.
Una vez concluida la misa, nuevamente la música de nuestra banda acompañó a todos hacia el Vermut preparado en la plaza del ayuntamiento. Tras el solemne izado de la bandera, "limonada" (una sangría), frutos secos, bocaditos y canapés, suficientes para no necesitar comer, para toda la población residente y forastera. Nuestro repertorio de pasodobles, que los más atrevidos se permitieron bailar, marcaba el ritmo de ésta fiesta que concluyo tras los acordes de una Jota, como es tradición, bailada por esos mismos valientes.
Para la tarde preparamos un concierto variado de más de una hora, donde pasodobles, rocks y otros temas populares modernos, hicieron las delicias del público.
Una jornada de este tipo no se acaba así como así, hay que desmontarlo todo y llevarlo a la Escuela de Música. En casa a las diez de la noche. Catorce horas. ¡No está mal!
¿Quien dijo que el domingo era para descansar?
Os dejo aquí, del repertorio de dianas mañaneras, "Despierta Susana" .... ¡Seguro que ella y todos sus amigos se despiertan cuando la tocan cerca!... (la música, claro ¿qué otra cosa?)
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