sábado, 12 de febrero de 2011

Perpignan

Llego a casa y lo único que me apetece es ver un rato de televisión. Algo para no pensar, simplemente ver. La otra noche pude disfrutar de una buena película "Testigo de Cargo". ¡Que buena velada!

Marlene Dietrich está estupenda y la trama es buena. Me encanta esa fulminante resolución de la película en los minutos finales que ademas ruegan no desveles a quien no la haya visto. Como soy obediente no lo voy a hacer, porque además no quiero hablar de eso.

Justo cuando acabó esa película e inmediatamente a continuación se inició otra: "El último tango en París".

Los ojos se me abrieron como platos. Si, esa de Marlon Brando. Esa que estuvo prohibida en España durante tántos años. La misma.

Recuerdo perfectamente cómo mucha gente de Barcelona hacía una escapadita a Francia, a Perpignan concretamente, para verla. ¡Que tiempos! Yo no pude hacerlo porque no tenía ni edad ni interes, aunque si posibilidades puesto que sólo era un viajecito de unos ciento sesenta kilómetros mas o menos. Es más, incluso lo hubiera tenido mucho más fácil aprovechando mis solitarias escapadas vacacionales a Port de la Selva, a pocos kilómetros de la frontera francesa. Una pequeña excursión para verla y volverme al camping.

La censura estaba en horas bajas pero aún coleaba. Cuando con dieciseis años trabajé en el reparto de un periódico "El Vigía" de Barcelona, aún me hacían llevar todas las semanas los ejemplares publicados a la susodicha censura, donde me ponían un enorme sello en cada ejemplar. En mi caso ni se los miraban, era una diario de información portuaria con información de cargas, fletes, todo el movimiento portuario, las previsiones meteorológicas... nada problemático.

La verdad es que pasó ese momento represivo español y "El último tango en París" cayó en el olvido. Al menos para mí. Ya no volví a pensar en ella, pero nunca más.

Así que en uno de los canales del TDT, me ponían sin pensarlo, la prohibidísima cinta.

Y allí estaba yo. Con los ojos abiertos y sin pestañear.

"El ultimo tango en París" ¡uaauuuu!

Y la película fue avanzando, poco a poco y si, escenas explicitas.... frases irreverentes.... una visión puramente animal del sexo... en fin, si, una película a prohibir en aquella época, convirtiéndola en mítica, pero superada en la actual.

Sería por la hora, por cansancio o simplemente por mi edad, la verdad es que me acabó venciendo el sueño y caí en brazos de Morfeo. Creo que el ritmo de la historia también ayudó bastante. 

Me desperté tarde. En la misma cadena estaban haciéndo un concurso de madrugada, de esos en los que nadie gana. La mítica cinta ya hacía mucho rato que había concluido. No tengo ni idea de lo que me he perdido, pero, la verdad, creo recordar que me estaba aburriendo bastante y que la mítica mantequilla de Marlon, sólo era eso, mítica.

Si hubiera ido a Perpignan... ¿me hubiera dormido en el cine también?


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