Muchas veces me doy cuenta que inicio un artículo con una intención, con una idea y que mientras se va desarrollando, aparecen nuevos conceptos que provocan ciertos giros no esperados ni por mi mismo.
En ocasiones me tienta parar y volver a empezar o suprimir éste párrafo. Acabo no haciéndolo y como un complejo puzzle de ideas intento llegar a un punto final que se aproxime a mi idea original.
Me ocurre muchas veces. El proceso de escritura hace que afloren recuerdos casi olvidados que si, que están ahí, formando parte de mi aprendizaje, de mi crecimiento personal y de madurez, y que simplemente se mantienen a la espera de una ocasión como esta para hacerse notar.
Unas veces, según el tema, surgen como un hilillo fácil de seguir, otras, aparecen tumultuosamente mezclándose entre ellos intentando ser protagonistas inequívocos del artículo. Cuando esa anarquía de ideas, de vivencias, aparece, me detengo un instante y vuelvo a leer el título y las primeras lineas, intentando convertir el tumulto en algo ordenado y plausible de relatar.
Descarto unas, estructuro otras... No es fácil cuando el cúmulo de mis experiencias, de una persona que ha intentado muchas cosas en su vida, es enorme. Quizás igual que otras personas pero yo conozco las mías y de las de los demás sólo tengo referencias más o menos próximas.
Cuando escribo del futbol de mi hijo me asaltan los recuerdos de mis recreos con pan y chocolate, pero ese no era el tema del que trataba mi artículo.
Cuando el otro día comentaba el embarazo de unas niñas de doce años, mis recuerdos me llevaron a mis primeras experiencias sexuales con dieciséis. Recordaba un columpio en un parque una noche y cómo acabó esa, mi primera "velada", en compañía de alguien del sexo contrario. Pero tampoco, tampoco era ese el tema de mi post.
Esta anarquía me rejuvenece... o me muestra claramente la edad que ya tengo. Son recuerdos que se muestran ante mí vividamente pero que parecen haber ocurrido hace toda una vida.
Como es una cosa que espero me siga ocurriendo, desde aquí os pido perdón si alguna vez el titulo indica "churras" y el artículo acaba en "merinas".
Son las cosas de la edad.
En ocasiones me tienta parar y volver a empezar o suprimir éste párrafo. Acabo no haciéndolo y como un complejo puzzle de ideas intento llegar a un punto final que se aproxime a mi idea original.
Me ocurre muchas veces. El proceso de escritura hace que afloren recuerdos casi olvidados que si, que están ahí, formando parte de mi aprendizaje, de mi crecimiento personal y de madurez, y que simplemente se mantienen a la espera de una ocasión como esta para hacerse notar.
Unas veces, según el tema, surgen como un hilillo fácil de seguir, otras, aparecen tumultuosamente mezclándose entre ellos intentando ser protagonistas inequívocos del artículo. Cuando esa anarquía de ideas, de vivencias, aparece, me detengo un instante y vuelvo a leer el título y las primeras lineas, intentando convertir el tumulto en algo ordenado y plausible de relatar.
Descarto unas, estructuro otras... No es fácil cuando el cúmulo de mis experiencias, de una persona que ha intentado muchas cosas en su vida, es enorme. Quizás igual que otras personas pero yo conozco las mías y de las de los demás sólo tengo referencias más o menos próximas.
Cuando escribo del futbol de mi hijo me asaltan los recuerdos de mis recreos con pan y chocolate, pero ese no era el tema del que trataba mi artículo.
Cuando el otro día comentaba el embarazo de unas niñas de doce años, mis recuerdos me llevaron a mis primeras experiencias sexuales con dieciséis. Recordaba un columpio en un parque una noche y cómo acabó esa, mi primera "velada", en compañía de alguien del sexo contrario. Pero tampoco, tampoco era ese el tema de mi post.
Esta anarquía me rejuvenece... o me muestra claramente la edad que ya tengo. Son recuerdos que se muestran ante mí vividamente pero que parecen haber ocurrido hace toda una vida.
Como es una cosa que espero me siga ocurriendo, desde aquí os pido perdón si alguna vez el titulo indica "churras" y el artículo acaba en "merinas".
Son las cosas de la edad.
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