domingo, 28 de noviembre de 2010

El frio y la crisis.

Han llegado los primeros fríos al pueblo y aún no hemos encendido la calefacción.
¿Y eso? - os preguntareis

Pues porque poner la calefacción a dieciocho grados en la casa que tenemos me supone una factura de doscientos euros de gas y estamos en crisis.

Lo primero a tener en cuenta es que todos somos calurosos y que no nos molesta demasiado un poco de fresco en nuestros cuerpos y luego que en casa todos pensamos que tenemos soluciones económicas para solventar el asunto, al menos de momento.

Como en mi juventud de una estufa catalítica a butano para toda la casa, hemos retomado aquellas actitudes de antaño: una buena bata afelpada hasta más abajo de las rodillas para todos, mantas en los sofás mientras ves la tele, alfombras gruesas en las salas de más uso y hoy inauguramos el uso de las obsoletas bolsas de agua caliente para la cama.

Los chavales las miran como si fueran objetos extraterrestres, de otra galaxia, y yo me río.

Es como cuando ves los libros como algo antediluviano frente a los e-books o el tablero de parchís frente a la videoconsola.

¿Como defender el libro frente al e-book? Pues yo veo que el asunto es imparable y me he preparado para ello: 
  • El libro funciona siempre. Sí, no depende de la energía, ni de baterías, ni de nada, con lo cual te da independencia. La inexistente pantalla no se raya ni estropea. Ni botones, teclas, interruptores, etc. y además no necesita mantenimiento, ni Servicio de Asistencia Técnica, ni nada de nada. Es genial.
  • Puedes pasar de la página uno a la doscientos treinta y seis fácil y cómodamente.
  • La solidez del libro no tiene igual, pueden sufrir las tapas, pero sólo eso. Así pues, te puedes sentar encima y no pasa nada o puedes subirte en ellos para besar a alguien cómodamente sin que se estropeen.
  • Lo puedes dejar de herencia a tus descendientes sin tener que actualizarlo, ni tu, ni ellos.
  • El precio moderado de los libros hace que sea un regalo económico o que los puedas prestar.
  • El libro viste y complementa tu aspecto.
  • El libro decora y habla de ti. ¿Que es más bonito que una buena biblioteca? y además, según que títulos la gente vea en tu casa se harán de ti una u otra idea, seguro.
Si me pongo a pensar un poco más acabaré convencido que en relación a los libros, la tecnología es un atraso. Eso si, en aras de la sostenibilidad del planeta, prohibiría el uso del papel en todos los demás ámbitos. En todos, si, menos en los libros.

Bueno, ahora que tengo conmigo mi afelpada bolsita de agua caliente, voy a pensar en defenderla frente al costosísimo chisme con bomba de calor que, mira por donde, de momento no ha sido capaz de conseguir que mis pies estén tan calentitos como ahora, por un precio tan menguado.

Otro día os lo explico.
Así se pasará mejor éste y todos los otoños.

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