martes, 22 de febrero de 2011

¡Huy! Se me olvidó hablar de San Valentín!

Hace más de una semana que pasó San Valentín y me doy cuenta de que no he escrito nada. Mas exactamante tengo que decir que no he escrito nada en este blog, porque si que contesté a un amigo mío que sí que hizo un artículo.

En realidad dos de los blogs que sigo le dedicaron a ese santo unas líneas.

El blog de Lolo repasó, bajo el título "Mi primer San Valentín", cómo la había disfrutado y el blog de Susanna escribió sobre lo poco que le gustaba, en principio.

Yo contesté al de lolo así:
Ahhhhhhh! ¡El amor! Felicidades.Unete a los catalanes y ahora celebra la segunda parte de San Valentín.Nosotros el 23 de abril celebramos Sant Jordi, el valiente caballero que salvó a la princesa de las garras del terrible dragón. La sangre de éste bicho fue la responsable de las rosas rojas que crecieron y que los seres humanos de sexo masculino regalan a los de sexo femenino. Ellas, a su vez, les regalan a ellos un libro para que se instruyan o para que se entretengan un rato y las dejen en paz. Bonita tradición donde las haya y que cumplo cada año.
En este momento mismo estoy viendo una de mis películas: "El Castillo Ambulante" y ahora Howl, el mago, le está regalando a Sophie una pradera inmensa y preciosa. Con miles de flores.... ¡increible!

Y ella dice:
  •  Este lugar es maravilloso Howl... es... ¡como un sueño!
Y lo recorren de la mano y le muestra un molino que es el escondite secreto de él.

Ella, de repente, se asusta porque piensa que es un regalo de despedida.

¿Qué hacemos regalando cosas materiales el día que celebramos algo inmaterial como el amor? Un regalo para te acuerdes de mi, para que hoy recordemos que nos queremos... que cosa mas extraña. Es como si con el regalo quisiéramos despedirnos:
  • Esto es para ti amor. Te quiero. ¡Hala! ¡ Adiós! ¡Hasta el año que viene!
¿Que mejor para celebrar el amor que el mismo amor? Y eso cada día, claro.

Banalizamos el amor hasta convertirlo en algo comercial, pero eso no es novedad, lo hacemos con todo: con la navidad, los reyes, las buenas notas, los aniversarios....

Al final casi me uno al artículo de Susanna que dice que es algo practico. Si, en síntesis viene a decir que mientras te acuerdes del amor el día de San valentín todo está bien.

A mi tampoco me convence, como he dicho, eso de celebrar éstas cosas por decreto, pero al final me uno al grueso de las persona humanas y, vale, lo celebro también. Y Sant Jordi, cómo no.

¿A quien no le gusta recibir un regalo de cuando en cuando, aunque sea sólo por seguir una tradición comercial?

¿Mmmmm....? ¡no!, ¡Yo no voy a ser la excepción!, así que apuntaros el veintitres de abril para enviarme mi regalito. ¿Vale?

Lo estaré esperando. 

Yo también te querré hasta más allá de esta vida, amor, seguro.

2 comentarios:

  1. Pues lo siento pero aunk yo tampoco soy de este tipo de festividades creadas para potenciar las ventas pero en este aspecto me gusta recibir regalitos de vez en cuando (ya sea un simple te quiero o un beso) y más cuando tienes a tu pareja lejos como es mi caso.

    ResponderEliminar
  2. ¿Lo sientes? Aquí no existen posiciones correctas o incorrectas... yo sólo tengo una contradicción personal y eso es lo que expreso. Y, una vez más, felicidades. De corazón.

    ResponderEliminar

Desde aquí puedes participar tambien tú.