Ya comenté ayer que un amigo mío ha colgado una foto suys de hace más de treinta años y quecosideraba que era algo atrevido. Bueno, pues hoy me he enterado que ha colgado, además, fotos de algunos de sus amigos de la época. Hasta aquí todo normal.
Ha puesto además una coletilla que indica que aunque se reconozca a alguien que no se le etiquete porque habrá a quien no le guste. Y así lo están haciendo sus amigos, muy obedientes. Hay quien ha reconocido a alguien de su familia y ha comentado un: Como la etiquete, me mata. y otros que hasta han reconocido su pie y le han puesto su nombre.
- Si, ciertamente era suyo.- dice mi amigo contento.
Y la conversación nos llevó hacia ese camino de la nostalgia.... se quedó un momento mirando al aire con aspecto distraido:
- ¿Dónde andas? - le dije
Bajó sus ojos y me miró fijamente y la verdad es que no me esperaba lo que me dijo. Es interessante lo que puede provocar en éste hombre cierta visión retrospectiva de las cosas, o a lo mejor es que me considera como a su Dra.Watson particular y le gusta sincerarse conmigo, o simplemente, no se, no quiere que los años que se le empiezan a acumular dejen olvidadas las viejas cosas.
- ¿Cuantas cartas de amor deberías haber escrito y no lo hiciste?
Me sorprendió, porque estabamos hablando de un pie en una foto, nada más. Mi cara debió mostrar cierta perplejidad, porque, continuó así:
- Sólo es un pie, si, pero ella, no sé porque o mejor dicho, no lo recuerdo, se prestó a que yo la fotografiara esa tarde, en la Escuela de Danza. Pero antes, por culpa de unas fotos hechas en un viaje a Francia, donde decubrí que se me daba bien eso de las fotos, es por lo que estudié Fotografía. Pero antes de todo eso, antes de que todo eso ocurriera, yo me descubría mirándola muy a menudo y enviadiaba a uno de mis compañeros que en ese momento era más amigo de ella que yo. Me gustaba ella, sus amigos, su familia... ¿y si un día yo le hubiera escrito una carta de amor?. Siempre me lo preguntaré. Ella ha vivido todos estos años sin saber nada de mi ni yo de ella... ¡hemos perdido el contacto durante casi treinta años!. No, a mi edad creo que esa carta ciertamente no la tenía que escribir y por eso no lo hice, pero lo que si que me gustaría es que la gente que me importaba, a la que realmente quería, lo supiera.
- Pues nada - le dije - yo si quieres te publico esta carta de amor abierta a todos los que querías y que por una cosa u otra no se lo dijiste. Es un incio, ¿no?
Ya no me contestó. Mirando al techo seguro que revivía alguno de esos momentos de hace treinta años, con N..., A...., O...., Y...., A...., y con algunas otraas de las que no tengo constancia. ¿Me lo contará algún día?
Mi amigo, hoy, en su castillito. |
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